miércoles, 28 de octubre de 2009

Programa de Protección (a algunos) Testigos

Pato “La brava” amparada por funcionarios del programa de protección de testigos.
Patricia Isasa, a pesar de haber recibido GRAVES AMENAZAS que la llevaron a denunciarlas mediante una conferencia de prensa, tiene agallas para increpar a los testigos de la causa Brusa.

Parece ser que jueces cómplices de los represores, cajonearon su denuncia. Denuncia por demás sencilla de investigar, ya que los mensajes de texto, como los que le enviaron a ella amenazándola, identifican al celular del que fueron enviados, y ella misma denunció que era de un teléfono de Reconquista. También existe la posibilidad de que todo haya sido un circo montado para avanzar en la “caza de brujas” desatada por los Defensores de los Derechos Humanos. Lo que se dice, "UNA FALSA DENUNCIA".

Defensores de los derechos humanos de algunos. A los niños por nacer, si no te gustan, MATALOS. A los aborígenes dejalos QUE SE MUERAN DE HAMBRE. A los chicos, dejalos que se DROGUEN. A las jóvenes, dejá que las conviertan en ESCLAVAS SEXUALES. Y a los viejos, ayudalos a que SE MUERAN CUANTO ANTES.

Ahora, al hacerse un reconocimiento de la Guardia de Infantería Reforzada de la Policía de la Provincia de Santa Fe, Patricia Isasa, a pesar de que dice ser objeto de GRAVES AMENAZAS, no vaciló en increpar duramente a un testigo. Y, vaya paradoja, la agresión verbal de Patricia Isasa al testigo Eduardo Córdoba, la realizó delante de funcionarios del Programa de Protección a Testigos; que por supuesto, no están para brindar protección a cualquiera, sólo brindan protección a quienes denuncian haber sido víctima de delitos durante la represión del terrorismo subversivo.
Otro hubiera sido el actuar de los funcionarios del Programa de Protección a testigos si el testigo Eduardo Córdoba hubiera increpado verbalmente a Patricia Isasa.

Orlando Agustín Gauna

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