martes, 21 de septiembre de 2010

Inseguridad e hipocresía

Hoy son varias las causas
de la inseguridad que nos conmueve y aflige.

La exclusión social es la gran usina fabricadora de delincuentes. La exclusión social a la que son expulsadas muchas personas del sistema socio-económico, motiva en éstas, sentimientos de odio, violencia y resentimiento. Su propia vida, carece de valor. Por eso tienen total desprecio por la vida de los otros, desprecio que se potencia cuando se trata de la vida de personas que tienen un “buen pasar”. Desprecio que se eleva a la enésima potencia con el consumo de alucinógenos.
Con este coctel de exclusión y droga, el resto de los mortales queda expuesto a ser victima de la violencia de estas personas.
Porque no se puede olvidar que los excluidos, son personas. Personas a las que las malas políticas gubernamentales han expulsado del sistema socio-económico. Personas a las que desde hace varios años se les inculca la cultura del ocio mediante planes sociales, con la única contraprestación de s
er fieles seguidores en marchas y piquetes que fomenten los dirigentes que les brindaron tales planes.
La mayoría de estos excluidos, se radican en viviendas precarias, carecen de los servicios más elementales, agua potable, gas natural, están “enganchados” a la red del servicio eléctrico (con los consiguientes riesgos). No tienen acceso a créditos, y la falta de estudios les dificulta la obtención de empleos dignos.
Frente a ello, los gobernantes de turno dibujan las estadísticas para ocultar el constante crecimiento de los índices de pobreza e indigencia. Pero son incapaces de fomentar políticas que aumenten la demanda de ocupación de mano de obra.

La impunidad fomenta que se intente imitar conductas delictivas…total no pasa nada…
A la Presidente de la Nación se la acusa de usurpación de títulos, por presentarse como abogada sin haber obtenido tal título. Muy ufana, no exhibe su certificado analítico para desmentir las acusaciones. ¿Lo tendrá?
El incremento vergonzoso del patrimonio de los Kirchner solo recibe tibias críticas de algunos sectores de la clase política y de los medios.
Una de las páginas negras de nuestra historia se titula “Sobornos en el Senado de la Nación”. Desde allí, para abajo, es interminable la gama de sobornos, coimas, negociados y evasiones que todos conocemos y que permanecen impunes.
Jueces sobornados o presionados por el poder político o por el Consejo de la Magistratura.
Políticas que para evitar “una mala imagen” en vez de construir cárceles, modifican los códigos para que la mayoría de los delitos sean excarcelables. De esta forma, no se pune a los delitos. Reina la impunidad.
Un trabajador del gremio de la construcción fue asesinado. Poco le importa a la CGT y a los distintos gremios la vida de los trabajadores. Nadie dijo nada. Semanas después fueron detenidos dos dirigentes de la U.O.C.R.A. sospechados del crimen. En el momento se verificó que uno de ellos tenía ilegalmente armas de guerra. De inmediato el gremio se movilizó para exigir la impunidad del delincuente capturado con armas de tenencia ilegal.
Los gremios de taxistas y remiseros son los únicos que se movilizan en reclamo de seguridad para el desarrollo de sus actividades, porque los afecta directamente.
Hace pocas horas, un docente fue baleado mientras desempeñaba sus tareas, por un delincuente que ingresó al establecimiento con aparentes fines de robo. Entonces el gremio docente se enteró que la inseguridad también los afecta a ellos.

Una falaz política de derechos humanos ATA LAS MANOS A LA POLICÍA.
SI, la policía tiene las manos atadas frente a los delitos comunes que afectan a los ciudadanos. Cualquier delincuente, al ser detenido lo primero que hace es acusar al personal actuante de apremiarlo ilegalmente. Si se produce un enfrentamiento y es abatido el delincuente, espontáneamente aparecen en los medios, las palabras “gatillo fácil”. En ambos casos, “madres y abuelas de Plaza de mayo” y organismos que se dicen defensores de los derechos humanos comienzan una cacería insaciable contra los participantes de esos procedimientos. Abogados inescrupulosos, conseguirán fácilmente entre el ambiente del hampa, falsos testigos que imputen a los policías de delitos inexistentes. Ante esa perspectiva, ¿qué agente policial va a proceder contras los delincuentes?
Hace pocas semanas, en la localidad de San José de Rincón, próxima a Santa Fe, fueron detenidos unos menores de edad involucrados en delitos contra la propiedad, de inmediato los menores acusaron al personal policial y con la premura del caso, los agentes fueron separados de su cargo y detenidos. Premura que esos jueces no emplean contra funcionarios políticos, ya sea por connivencia delictiva o por temor a consecuencias imprevisibles.
En Santa Fe, el Dr. Martín Gainza, hoy Jefe Regional de ANSES, junto a otros funcionarios y empresarios, fue imputado penalmente por el manejo irregular de subsidios para el transporte urbano de pasajeros, cuando se desempeñaba como funcionario muinicipal.. Esto ocurrió fines de 2003. A fines de 2006, tres años después, el Juez Federal Reinaldo Rodríguez, le recibió declaración indagatoria. Pero este Juez que le debe favores al gobierno Kirchnerista y al Consejo de la Magistratura, tiene cajoneada la causa contra el funcionario kirchnerista.
“Doña Rosa” se acuerda muy bien cuando en el barrio comentaban “ahí lo llevaron preso a ese malandra. Con un par de cachetadas, vas a ver como canta todos los robos que tiene”. Porque los apremios ilegales siempre existieron. Los jueces haciendo una virtual aplicación del Artículo 34 del Código Penal, toleraban tales apremios como una necesidad para evitar males mayores. Pero eran rigurosos en la aplicación de condenas por apremios ilegales cuando se cometían excesos o tales apremios carecían de justificativos.
Hoy no se puede mirar mal a un delincuente porque cae la “justicia” con todo el peso de las madres y abuelas de Plaza de Mayo y de los defensores de los derechos humanos (de los delincuentes).

La prevención es otro factor importante para brindar seguridad a los ciudadanos.
La ciudad de Santa Fe se extiende en un radio de aproximadamente16.000 manzanas. Para la prevención de los delitos estaba resguardada por el servicio 911 que contaba con cuatro móviles policiales. Un móvil cada 4.000 manzanas. Pero la falta de personal policial se suplanta con inútiles funcionarios políticos, que ante la falta de espacio, en Santa Fe, echaron a la Policía del edificio que ocupaba la Jefatura frente a la plaza San Martín, para destinarlo al Ministerio de Inseguridad.

El poder político se niega a utilizar móviles policial es a GNC, que abarataría costos, por el simple motivo de que al GNC no se lo puede “ordeñar”.
Pero se economiza en municiones. Jamás se instruye al personal policial en prácticas de tiro.
No es muy difícil combatir la inseguridad. Hay que implementar de inmediato, políticas de inclusión social a corto, mediano y largo plazo, brindando a todos por igual trabajo genuino, condiciones de vida digna y amplio acceso al estudio.
Pero los ciudadanos necesitan seguridad desde “ayer” y para eso, es imprescindible sancionar con todo el rigor de la ley a TODOS los delincuentes.
Tampoco es muy difícil sancionar leyes que impongan muy severas penas a los tenedores de cosas robadas. Así, ladrones de bicicletas, celulares y otros objetos, no verían facilitada la reducción del producto del robo.

Hasta tanto, TODOS los funcionarios políticos son responsables de cada hecho de inseguridad.

Orlando Agustín Gauna

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