lunes, 12 de julio de 2010

EL ROL ACTUAL DE LA DERECHA EN LA ARGENTINA.

I

LA DERECHA EN EL ESCENARIO POLITICO ACTUAL.

La derecha, una tendencia inexistente.

La derecha se halla sin representación en el escenario argentino, al menos en forma proporcional a su real gravitación. El peronismo en sus diversas versiones no la representa, así como tampoco el pan radicalismo, sin referirnos por razones obvias, a las corrientes que directa y explícitamente interpretan a la izquierda.
Debemos sí mencionar a los partidos conservadores de la Capital Federal y de Mendoza, - denominados demócratas - que al menos mantienen una tradición y responden a un entronque político reconocido, pero tienen una visión limitada de su función histórica. Sucede algo parecido en la provincia de Corrientes, pero agravado por alianzas electorales, que destiñen necesariamente la función del conservadorismo.

En qué se manifiesta la inexistencia de la derecha argentina.

En el escenario político actual nadie ocupa la representación de la derecha. Y esto produce un desequilibrio tal que es comprensible que la Naciónno pueda volar.
La prueba de esta omisión es la situación en que se encuentran por ejemplo cuatro temas fundamentales: el clima moral predominante, el de la seguridad, el de la defensa nacional, y lainstitución del matrimonio.
Sin una fuerza que represente la defensa de los valores éticos tradicionales del país, es explicable la insensibilidad moral predominante.
En la el tema de la seguridad, no se siente su prioridad para custodiarla efectivamente, porquequienes gobiernan no tienen la función de defenderla.
La defensa de la institución del matrimonio no la defiende ningún partido como una definición partidaria, dejando en libertad a sus miembros. Esto no podría suceder en un partido político conservador. El rechazo total debería ser la reacción frente a la iniciativa de los sectores homosexuales.
Con respecto a la FFAA quiero destacar tres circunstancias. La primera es que existe una aprensión generalizada a reconocer su función y consecuentemente no permiten su organización con el nivel de equipamiento y eficiencia que es indispensable para asegurar la Defensa Nacional.Las Fuerzas Armadas argentinas son las peor equipadas de todo Latinoamérica, a un similar nivel de responsabilidad territorial y de magnitud económica. Y no existe ningún reclamo al respecto de parte de las corrientes políticas organizadas. O es tan débil que no se alcanza a escuchar.
La segunda cuestión es que se discrimine a las víctimas de la subversión, y se les niegue los mismos auxilios que reciben las víctimas de la represión. El Estado argentino, que es único e indivisible en el tiempo presente y por venir, es responsable de la subversión como de la represión, en la concepción de que dio lugar a la primera y dispuso la segunda. Esta discriminación es producto de la falta de una concepción nacional integradora de la Nación.
La tercera cuestión es que se justifique la represión del terrorismo en los EEUU, o en Europa, y se condene en
la Argentina. Se ignore además que la represión fue ordenada por los gobiernos constitucionales. No se distinga entre una represión legítima y una represión excesiva y se investigue los límites de cada una, de acuerdo con las normas vigentes. No se diferencie entre los niveles de responsabilidad, como la de los gobiernos que la dispusieron, las autoridades que la ordenaron y las personas que la ejecutaron. El flamante Primer Ministro Británico, el finalizar una investigación por excesos en la represión de la rebelión irlandesa, comenzó por reconocer la responsabilidad del gobierno británico, y no descargar la responsabilidad total en la tropa que reprimió, cumpliendo órdenes. Exactamente la inversa de la política argentina.

Una ausencia explicable.

Esta ausencia no es casual. Forma parte de la crisis de la cultura política argentina, luego que desaparecieron los grandes conductores de la Organización Nacional, que murieron en la primera década del siglo XX, Roca, Pellegrini y Mitre.
Es decir la Organización Nacional es la primer y única concepción económica y política que proporcionó a la Argentina un desarrollo en todos los órdenes de la vida nacional, sin precedentes ni posteriores desarrollos. Personalmente pienso que su secreto es haber creado una concepción acertada y ajustada a la realidad nacional e internacional, - republica federal en lo político y liberalismo inglés en lo económico - y que la representatividad política debía limitarse a la parte de la sociedad que podía comprender y sostener dicha concepción, repitiendo este concepto que rigió los primeros noventa años de la republica de los EEUU, hasta el año 1868, en que se sanciona la ley electoral que inicia la democracia en aquel país.
La democracia sin cultura política no resuelve el dilema de la representación del pueblo soberano, porque que la extiende mas allá de sus limites. Los EEUU hicieron esa incorporación en forma progresiva, a diferencia nuestra que la hicimos en forma abrupta, (en 1912) y además con carácter obligatorio, carácter que no tiene la democracia norteamericana hasta la fecha.
Si juzgamos la evolución de la democracia norteamericana y argentina, son evidentes los mejores resultados de la primera en todos los órdenes, - continuidad, estabilidad y desarrollo -, a pesar de sus imperfecciones en cuanto a la universalidad, que fue alcanzada en forma progresiva y en un lapso de otros cien años.
Ese pueblo soberano, en los EEUU, que no comprendía a la totalidad de la población habilitada por su edad para votar, impuso su voluntad y formó una clase dirigente, apta para conducir ese gran país y convertirlo en la primera potencia mundial en las primeras décadas del siglo XX, antes que se perfeccionara su democracia.

II

LA FUNCION DE LA DERECHA EN LA FORMACION DE LAS NACIONES.

El secreto político de la subsistencia de las naciones.

Si se examina la historia de las naciones que han logrado sobrevivir después de cinco mil años, observaremos que el secreto de su subsistencia se halla en la preservación de su identidad, sin desconocer los cambios de la evolución. Son las aptitudes sobresalientes del pueblo judío y del pueblo chino, entre otros.
Es decir primero se debe ser, luego cuidar esa identidad y después admitir los cambios necesarios para asegurar la continuidad.

La conservación y el cambio señalan las dos fuerzas políticas relevantes en toda sociedad
.

Esto señala que en todas las sociedades del mundo las dos fuerzas impulsoras son la de formar y conservar su personalidad, y la de admitir y operar la evolución y el cambio, en un difícil equilibrio, que constituye el genio político de algunos pueblos.
Esta elemental reflexión lleva a la necesaria presencia de una fuerza política que se preocupe por la continuidad de la personalidad histórica de la Nación. Esa presencia puede estar corporizado en una organización o en varias, o subsistir como preocupación permanente de la sociedad en su conjunto, sin individualizarse en una organización.

En los EEUU siempre existió una derecha muy fuerte para imponer los valores nacionales.

La historia política de los EEUU reveló siempre la fuerte presencia de todas las tendencias de la sociedad, lo que hicieron muy duras su luchas, pero al final le dieron un equilibrio y una representatividad excepcional a sus decisiones.
Este equilibrio no tiene la política argentina de los últimos ochenta años.

La derecha y las mayorías populares.

En la historia de Francia, los tres grandes conductores a los que se rinde tributo son Luis XIV, Napoleón y De Gaulle. Si se sigue se incluye a San Luis de Francia, Enrique IV y Santa Juana de Arco. No hay ninguno de los conductores de la Revolución Francesa, de la revolución de 1848, o de la izquierda francesa en este grado de valoración. Esto solo para decir que entre la derecha y las mayorías populares no hay ninguna contradicción intrínseca.
En la Argentina se ha difundido el falso concepto que el conservadorismo o la derecha representa a las minorías, vinculadas a situaciones de privilegio. Y de parte de estas minorías se busca en el conservadorismo esta protección que no la halla en ninguna otra parte.
El conservadorismo debe ser fiel a su destino o rol histórico, que en absoluto esta vinculado a la defensa de minorías privilegiadas.

III

LA FUTURA FUNCION DE LA DERECHA ARGENTINA.

La Argentina para ser una nación debe tener una personalidad propia, expresada en una cultural nacional.

La Argentina es un extenso territorio, ocupado desde hace milenios, por pueblos de muy diferentes culturas, que progresivamente entraron en contacto entre sí, y fueron construyendo regiones culturales más definidas y numerosas, como los del noroeste, el noreste, el oeste, para finalmente formar una nación después de la conquista y la colonización.
El descubrimiento, la conquista y la colonización española, vinculó a todas estas regiones bajo una administración común, un idioma compartido, una misma religión, y una cultura general superpuesta a las precolombinas.
Este fenómeno por la superioridad de la cultura española, importó una transformación fundamental y positiva, de donde surgió una sociedad y una cultura mestiza, con características propias y diferentes de la española y de cada uno de los países latinoamericanos, marcados por la particularidad de su geografía y de sus pueblos originarios.
Contra la pretendida condición de europeos, o de hispánicos, los argentinos somos un pueblo mestizo nuevo y diferente, producto de la confluencia de muchas razas y culturas, pero fundamentalmente la de los pueblos precolombinos y la cultura europea.
Nuestra labor debe comenzar por el reconocimiento de esta realidad y sobre ella, cultivar el aporte recibido de todos los pueblos que han contribuido a nuestra formación, pero no para reconocer una realidad partida en mil realidades diferentes, - un mosaico de culturas -, sino que conforman una sola, con aspiraciones comunes, y una misma vocación por compartir una suerte única.

El rol histórico del conservadorismo argentino.

El rol histórico del conservadorismo debe ser la preservación de los valores comunes heredados de nuestra larga tradición, que comprende tanto la historia nacional, como la de la Colonia y la del período precolombino.
Debe ser una concepción integradora, en sus elementos positivos, despreciando las características que no pueden subsistir, por que nada aportan para enriquecer al resto de la herencia común.
Si no se llega a formar una concepción unificada e integradora, la Argentina no subsistirá como nación, porque se romperá la unidad, y cada parte se orientará en el sentido de sus ventajas circunstanciales. Sin un concepto de unidad nacional muy pocos problemas se pueden resolver, porque ninguno se puede alcanzar simultáneamente en todas las regiones argentinas.

Los conservadores y la derecha argentina.

Los conservadores, tal como se reconocen hoy son los herederos de la Organización Nacional, que originó dos grandes partidos el autonomismo de Adolfo Alsina y el partido Nacional de Mitre. Eran los conservadores al terminar el período de la Organización, pero en su inicio fueron los innovadores, sobre las tendencias más tradicionales entroncadas en la Colonia , y en los movimientos provinciales, pertenecientes al Partido Federal.
Esta última corriente se reinsertó con Adolfo Alsina, para formar el gobierno nacional de los autonomistas, en una coalición de fuerzas del interior. Se recogió la tradición federal, pero en el orden político y económico se ajustaron a los principios del liberalismo, en ambos campos.
Pero la Nación no se ha iniciado en la Organización Nacional, sino que es muy anterior, por lo que la derecha debe representar y cultivar los valores que se dan en los períodos anteriores, y no resignarse a representar solo parte del pasado. La derecha no puede ser facciosa cuando se trata de representar el pasado argentino Y NO PUEDE PERDERSE EN LAS CONTIENDAS DEL PASADO, ENTRE LOS FEDERALES Y UNITARIOS, ENTRE LOS LIBERALES Y LA TRADICION CATÓLICA, NIENFRENTARSE COMO CONTRADICTORIA CONLA DEMOCRACIA Y LA JUSTICIA SOCIAL.

El conservadorismo argentino debe representar toda la tradición argentina.

El conservadorismo debe tener una amplia visión de su concepción histórica, ampliándola a la representación de los pueblos originarios, a los valores de la Colonia, de la Independencia, de la incorporación de la población de la campaña a la vida política con los montoneros y los caudillos, dela Organización Nacional, de la democracia y la justicia social, en una concepción integradora que forma la realidad de la sociedad argentina actualmente. Debe representar el laicismo que llevó a la secularización de los cementerios y registros públicos, pero debe reivindicar los valores del catolicismo que dio una concepción humanitaria a la conquista, y que mantuvo las instituciones de la familia y de la moral cristiana con el soporte de la fe.

La redefinición y el rol del conservadorismo argentino.

Alrededor de las ideas expresadas, con la amplitud de comprender a las grandes tradiciones nacionales, desde nuestro más lejano pasado precolombino, al período colonial, al de la Independencia, la Organización Nacional, con la voluntad de representar a la totalidad el pueblo argentino,detrás de una meta de reconstrucción nacional, sobre bases realistas, y autóctonas, el conservadorismo tiene un gran futuro político.
Este cometido se fortalecerá con la defensa de nuestras instituciones fundamentales, como la Justicia, el Congreso, el Ejecutivo, el federalismo, las Fuerzas Armadas, y la Iglesia Católica y las demás religiones reunidas en el concilio Ecuménico. Al respecto las religiones deben jugar un papel fundamental para salvar a la sociedad moderna del ataque de la delincuencia organizada, porque la ética hace a su esencia sostenida por la fe, con lo que su fuerza es inmensa.

Olivos, 26 de junio del 2010.

Mario Cadenas Madariaga

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